La decisión de las autoridades italianas de reabrir un vertedero cerca de la ciudad de Nápoles (suroeste) para hacer frente a la crisis generada por toneladas de basura sin recoger provocó el lunes nuevos enfrentamientos entre manifestantes y la Policía.
Varios heridos y un detenido fue el resultado de horas de enfrentamientos, durante los que cuales se prendió fuego a dos autobuses y fueron atacados a pedradas los agentes que cargaron para impedir las protestas.
La situación entró en calma ayer aunque cargada de tensión, ya que los manifestantes mantienen algunas calles cortadas, en especial las que llevan hacia el vertedero.