Un policía murió ayer y otras tres personas resultaron heridas después de que un suicida disfrazado de mujer hiciese explotar los explosivos que llevaba junto a un puesto de control de fuerzas de elite del Ministerio iraquí del Interior, informaron fuentes policiales.
El ataque coincidió con la caída de varios proyectiles de mortero en áreas residenciales de esta zona mixta, habitada por suníes y chiíes, sin embargo, la explosión de los proyectiles no causó víctimas, aunque sí numerosos daños materiales, aseguraron las fuentes.
Tras el ataque, fuerzas iraquíes desplegaron un dispositivo de seguridad y comenzaron a peinar las zonas alrededor del lugar del ataque para intentar encontrar a los agresores.