El hecho de que las selecciones nacionales se hayan acogido a un periodo de vacaciones por las pasadas fiestas de fin de año no significa que todos los jugadores se mantuvieron inactivos.
Uno de los que no ha parado de entrenar durante los últimos 30 días ha sido el corpulento guardameta nacional Gilmar Torres, quien tras ser convocado de último a la selección sub-23 y haber sorprendido a muchos con su actuación, decidió que lo mejor era seguir trabajando fuerte para ganarse un puesto seguro en el elenco que el próximo mes de marzo disputará el octogonal preolímpico de la CONCACAF.
Muy pausado y atento como algo característico en su persona, el joven arquero manifestó a Crítica que se ha mantenido ejercitándose y entrenando de forma diaria, porque su objetivo es llegar en buena forma a los entrenamientos previstos para iniciar el próximo 14 de enero en esta capital.