Los muertos que pasean, es lo que dicen las personas que observan cómo a diario los cadáveres son trasladados en camillas desde el Hospital Manuel Amador Guerrero hasta la morgue, que está ubicada una calle después de las instalaciones médicas.
Los camilleros salen con los cadáveres desde el cuarto de urgencias del hospital y luego caminan con ellos en una distancia de media cuadra, porque no cuentan con elevadores para trasladarlos.
Los pacientes gritan "que lo saquen en los periódicos para que vean que esto no se aguanta", ya que cuando ven a los reporteros rehusan salir para que no se les tome fotos.
La situación en el Hospital Manuel Amador Guerrero, cada vez se pone más desesperante porque además de no contar con los insumos y ambulancias, confrontan el grave problema de la falta de elevadores en buenas condiciones.
Sólo el año pasado una joven murió al dar a luz porque no tenían cómo trasladarla y no contaban ni siquiera con mascarillas para que respirara. Ante este último hecho los concejales de Colón citaron a las autoridades de Salud para explique la situación de falta de insumos.