Cuando una persona está enferma lo que más espera el paciente es que se acuerden de él y le visiten. Esto produce un efecto positivo en el mejoramiento de la salud del que padece el mal, sin embargo, hay personas (amigos y familiares) que no lo hacen. A ellos no les interesa nada.
En otro ejemplo de los casos es cuando una pareja decide mudarse para establecer un hogar. Aquí hay veces que ni los padres, ni los hermanos, muchos menos los amigos se acuerdan de darle una visita.
Aunque hay sentimiento que no se pueden plasmar en blanco y negro, sí se escriben en el rostro de la persona que sufre el desplante. Un aire de tristeza acoge por momentos al afectado cuando se cuerda que tiene familiares que no lo visitan y, si lo hacen, es de año en año.
Qué alegría es recibir una llamada de alguien cercano que anuncie una visita a su casa. Cuando estas cosas ocurren, los anfitriones se esmeran en tener la casa en excelente condiciones para agasajar a la persona y prepararle un exquisito menú. Esto representa una muestra del amor que se tiene hacia la otra persona porque todo se hace con cariño.
Si usted es de esas personas que no visita a sus hijos, padres, hermanos o abuelos vaya cambiando de actitud porque se recomienda interactuar con los sus seres ahora que están vivos porque cuando mueran no podrá hacerlo ni con la foto que guarda en su cartera porque no hay vida.
Que a partir de hoy te conviertas en esa persona que le encanta saber de sus familia, ya sea a través de una llamada o a través de una visita calurosa.