�Es usted de los que no pueden escuchar un acorde de "Metallica" sin que su cuello se desboque? �No es capaz de reprimir el cabeceo al sentir el ritmo del bajo? Pues sepa que su forma de bailar puede ser perjudicial para su salud.
Este trabajo, realizado por dos profesores de la Universidad New South Wales de Sídney (Australia), asegura que las sacudidas con las que muchos amantes del "heavy" y el "rock" duro acompañan sus canciones favoritas aumentan el riesgo de sufrir lesiones -suaves, eso sí- en el cuello y la cabeza.
Luego de tantas investigaciones, pudieron comprobar que esta media era de 146 pulsos por minuto, un ritmo que era capaz de aumentar el riesgo de complicaciones. "Con este tiempo, estos movimientos pueden causar dolores de cabeza y mareos si el giro alcanza un ángulo mayor de 75 grados", explican los autores en su trabajo.