Lanzando a la velocidad del rayo y como un titán, Ramiro Peralta sigue demostrando que lo que le sobra es talento, porque lo ha basado en la constancia, esfuerzo y sacrificio, está dispuesto a conquistar su sueño, que es llegar algún día a la Grandes Ligas.
Para esto, salta al diamante con el corazón en la mano, donde en cada picheo entrega el alma, para así convertirse en el orgullo de su familia y dejar en alto el nombre de Panamá.
INICIOS
Para este espigado pelotero, su inicio en el deporte fue en el fútbol que practicó con ilusiones, como todo niño, y soñando en ser el mejor del mundo, pero por sus padres, hizo del béisbol algo de lo que no se arrepiente, y da gracias Dios por lo que ha obtenido.
"Yo me dedicaba totalmente al fútbol, pero después mis padres me cambiaron a jugar béisbol en la escuelita de Betania, con el instructor Salinas, él fue una de las personas que siempre me alentó para que siguiera practicando este lindo deporte", señaló Peralta.
A pesar de que nunca participó en un Campeonato Nacional Juvenil, siempre llamó la atención de los scout, por las cualidades físicas y la gran velocidad que presentaba.
"Sí, esto es verdad, nunca pude hacer los equipos, porque no llenaba los requisitos de los entrenadores, pero nunca me di por vencido, seguí luchando, practicando hasta que comencé a tirar mejor, como yo quería y se me dio la oportunidad de firmar con los Mets y lo aproveché, aunque tenía muchas organizaciones que me estaban buscando", acotó el jugador.
EXPERIENCIAS
El primer paso de este talentoso pelotero como profesional fue hacia Venezuela; en la primera temporada no le fue muy bien, pero en la segunda, demostró la materia de la que está hecho; ahora acaba de regresar de la República Dominicana donde se ganó un cupo en el equipo para la siguiente temporada.
"En Venezuela es muy diferente porque lo bateadores son más disciplinados en el cajón de bateo, no te perdonan ningún tipo de error, por lo que te exige analizar cada lanzamiento y ni se diga ahora en República Dominicana donde es mucho más profesional y competitivo; allá el béisbol es más agresivo ya que hay jugadores de gran calidad, pero uno aprende bastante.
Tengo que regresar allá el 6 de enero donde estaré en un campo de entrenamientos ellos le llaman "mini camp", aquí es donde los jugadores se ganan la visa para jugar en los Estados Unidos o si se tiene que quedar otro año en Dominicana", mencionó el prospecto de los Mets.
ANECDOTAS
A pesar de viajar a otro país, Ramiro no se sentía tan solo porque en cada categoría donde ha jugado, se ha encontrado con otros compañeros panameños en el equipo.
"Bueno he tenido mucha suerte de estar acompañado de otros panameños en esta organización, como el caso de José Díaz, Dimas Ponce, Antonio Cuan en Venezuela y Jacob De León, ahora que estuve jugando en República Dominicana, esto me alegra mucho porque tengo con quien conversar y me siento un poco en casa. En fin, tenemos una gran amistad", agregó.
EXPECTATIVAS
Para la próxima campaña Ramiro ya se siente preparado, por lo que no piensa bajar el nivel y sigue entrenando en Panamá, en el Campamento Instruccional Carlos Heron.
"Estoy muy positivo para esta temporada que viene, me siento mucho mejor que los años anteriores, por lo mismo, quiero hacer las cosas mejor , por eso también estoy aquí en el campamento Heron desde que llegué, porque no pienso bajar mi nivel", acotó.
MENSAJE
"Le digo a los muchachos que estudien, practiquen deportes, que se alejen de las drogas, que se propongan objetivos en su vida y luchen por ellos, que esto es lo que nos hace ser cada día mucho mejor".
