Repudian violencia en todo el país


Juan B. Madrid
Crítica en Línea

La iglesia católica en la provincia de Veraguas repudió los actos violentos que se suscitaron el pasado jueves, entre miembros de las unidades antidisturbios de la Policía Nacional y manifestantes que se oponen a la privatización del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN), en los cuales se afectó a feligreses de la Parroquia San Juan Evangelista de la ciudad de Santiago, entre los cuales se encontraban mujeres embarazadas y niños.

Según lo destaca un comunicado, que lleva la firma de 11 padres de distintos puntos de la provincia, los uniformados "dispararon indiscriminadamente al templo San Juan Evangelista bombas lacrimógenas en momentos en que se celebraba la Santa Eucaristía, afectando a feligreses y provocando una histeria colectiva dentro y fuera del templo".

Los religiosos consideran que actos de esta naturaleza son una "falta de respeto y violación a un lugar sagrado, lo cual es repudiable, venga de donde venga en referencia a la actuación de las fuerzas del orden público durante los hechos que se han dado en la provincia.

A la vez hicieron un llamado al presidente Ernesto Pérez Balladares "para que tome la decisión de suspender el proyecto de privatización del IDAAN y la modificación del decreto de gabinete que crea los días puente", advirtiendo que esta "es la única salida que puede haber en este momento de desestabilización social progresiva que reina en el país".

Por su parte, el profesor Gerardino Batista, director del Instituto Profesional y Técnico de Veraguas (IPTV), protestó por los hechos que se dieron, ya que dicho plantel está a un costado de la Parroquia antes mencionada, y los estudiantes de la jornada nocturna resultaron afectados por la gran cantidad de gas que se dispersó en el lugar.

Según lo relató el educador a la emisora Radio Belén, los estudiantes se encontraban realizando exámenes bimestrales en el momento en que se dieron los hechos, sin embargo el ambiente se tomó tan peligroso para la salud, que tuvieron que suspender las pruebas y ordenar el desalojo del plantel.

 

 

 

 

 



 

Según lo destaca un comunicado, que lleva la firma de 11 padres de distintos puntos de la provincia, los uniformados "dispararon indiscriminada-
mente al templo San Juan Evangelista bombas lacrimógenas en momentos en que se celebraba la Santa Eucaristía, afectando a feligreses y provocando una histeria colectiva dentro y fuera del templo".

 

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