A ORILLAS DEL RIO LA VILLA
El negocio de los partidos

Santos Herrera

A cinco meses de las elecciones nacionales, para los cambios constitucionales en los Organos Ejecutivo y Legislativo, de los Alcaldes y de los Representantes de Corregimiento, como es natural, mucha es la efervescencia proselitista que se observa en el territorio de la República. Ya se soltaron los potros de la política criolla, y muy eufóricos cabalgan por las calles de las ciudades y por los caminos agrestes de la Patria istmeña. Sus entusiastas jinetes, portando banderas partidistas, llenan el ambiente con la alegría de un carnaval.

Dentro de la docena de partidos, no existen más de dos con verdadera plataforma ideológica. La modalidad es que cualquier millonario o dueño de una próspera empresa, haga su propio partido, que en la práctica, no son más que cascarones en los cuales prevalece la voluntad del dueño. Lograr los cincuenta y tres mil adherentes no les cuesta trabajo, pues sus negocios tienen un peso específico hasta en el más apartado rincón de la República y ese poder económico lo utilizan sin ningún pudor y respeto a la dignidad de las familias de sus trabajadores.

Qué buscan ellos con la formación de esos partidos personalistas? Sencillamente, participar en las elecciones del 2 de mayo de 1999, con la única finalidad de defender sus intereses muy particulares. Los distintos partidos se unirán en alianzas electorales con los grupos más afines de la clase social y económica que los mismos representan. Para el mes de enero del próximo año, estarán formados no más de tres bloques con candidatos a la primera Magistratura de la nación. Y lo que hoy parece imposible e irreconciliable se hará una realidad, gracias al poderoso caballero Don Dinero que es el omnímodo dios que una a los que ambicionan el poder político para engrosar sus fortunas por encima del bienestar de las grandes mayorías nacionales y de los intereses de la Patria.

Entonces, cuál debe ser el papel del pueblo panameño frente a las próximas elecciones? Sin temor a equivocarnos, podemos asegurar que la actitud que asuma el votante en los comicios del 99, será lo que decidirá el futuro de la nación panameña. Quizás las elecciones a celebrarse dentro de cinco meses, sean las más importantes de todas las efectuadas en nuestra historia republicana. Por ello, el pueblo debe tomar conciencia de su responsabilidad y no dejarse engañar con cantos de sirena de falsos apóstoles que nunca les ha importado un comino con la suerte de los desposeídos. Es al pueblo explotado, desarrapado, desocupado, desnutrido, hambriento, sin oportunidades de una educación, sin un pedazo de tierra para trabajar y sin un techo digno, el que debe parar con su voto a esta caterva de explotadores y antipanameños que hoy, con mentiras y demagogia, pretenden presentarse como los salvadores del pueblo. Los votantes deben apoyar al que no represente los grandes intereses económicos, al que no tenga rabo de paja y al que presente un programa de trabajo popular.

 

 

 

 

 

 


 

AYER GRAFICO
El famoso empresario Cornelio Aguilar cuando el "Angelini" era café de artistas


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, sigo creyendo que la represión es lo mejor


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