AYER GRAFICO
¿Los "Doberman" de la dictadura castrense guardan analogía
con los antimotines?
En pleno apogeo de la dictadura
castrense, los Doberman de Manuel Antonio Noriega se creían predestinados
a mandar con mano férrea más allá del años dos
mil. Y sofocaban las protestas de los civilistas con mano dura, ya que los
acusaban de ser sediciosos.
Aunque parezca increíble, las protestas de la Cruzada Civilista
Nacional eran con pailas, pitos, globos y pañuelos blancos, a los
que la tiranía respondía con perdigones, gases lacrimógenos,
balas, aguas irritantes, exilio, carcelazos y homicidios. La época
del terror recrudeció cuando asumió el mando de las Fuerzas
de Defensa el General Manuel Antonio Noriega cuya megalomanía lo
llevó a declararle la guerra a los Estados Unidos de América
sin poseer un solo avión de combate, un submarino o armamento bélico
significativo.
En la gráfica, la H.R. Astrid Wolf, actual Representante de San
Francisco de la Caleta, se enfrenta a un "Doberman" que trata
de intimidarla ordenándole su retiro del área. Mientras el
guardia está apertrechado, la dirigente de la Democracia Cristiana
esgrime una banderita blanca. Así eran las cosas en la dictadura,
una época a la que quieren regresar con represiones los políticos
nostálgicos que añoran los tiempos en que vivían bajo
el paraguas de los cuarteles.
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