La alta dirigencia del PRD se tomó en serio el trabajo de reorganización del partido y su misión de sacarlo del proceso de hibernación en el que se encontraba desde la derrota del 3 de mayo.
En ese sentido, Francisco Sánchez Cárdenas destacó que a partir de ahora, el PRD será una enorme piedra en el camino del presidente Ricardo Martinelli, cuando incumpla sus promesas de campaña e intente tomarse a la fuerza todo el centro político del Estado.
"Estamos en un gobierno de locos. Quieren dar una gran impresión de que mandan, pero en el fondo se ve que el desempleo sube y las inversiones bajan", dijo por su parte el secretario general del PRD, Mitchell Doens.