El ejercicio favorito de los hombres que se entrenan con conocimiento de causa es la sentadilla, porque implica a cuatro grandes grupos musculares. Para evitar accidentes puedes seguir estos pasos y así hacerla como es debido.
ESPALDA BIEN ESTIRADA
Siempre mirar hacia el frente, ya que así te verás obligado a tensar los abdominales como si te fueran a dar un puñetazo en la barriga. Si nunca tienes tiempo para trabajar la zona media por separado, haz sentadillas con la espalda recta. Los abdominales se te pondrán como el acero.
UN TRASERO PROMINENTE
Según un estudio recientemente publicado en el Journal of Strength and Conditioning Research, bajar todo lo posible al hacer sentadillas obliga a los glúteos a trabajar un 7,4% más. Así que, haciendo muchas sentadillas tu trasero se convertirá en objeto de admiración entre las féminas.
LA POSTURA CORRECTA
Sitúate con los pies separados, del mismo ancho que los hombros. De este modo los músculos y los tendones mantienen su alineación natural. Apoya una barra sobre la parte posterior de los hombros, cruzando los trapecios. Estos músculos impedirán que la barra descanse sobre la columna.
COMIENZA CON LO MAS DIFICIL
Las sentadillas son duras, por lo que no es buena idea dejarlas para el final. Este ejercicio permite cargar mucho peso, cosa que promueve el crecimiento muscular. Lo mejor es hacerlo al principio de la sesión, cuando estás descansado.
LA SUBIDA
Cuando subas, debes seguir el mismo recorrido que al bajar. Al llegar arriba, mantén las rodillas ligeramente flexionadas. Inclinar la pelvis hacia delante durante esta fase del ejercicio te obliga a utilizar más los músculos de las piernas y reduce el riesgo de lesión en comparación con inclinar la pelvis hacia atrás, según un estudio publicado en la revista Physical Therapy.