Evita complicaciones y riesgos al hacerte un piercing, con las precauciones básicas que te recomiendan los dermatólogos. Sigue todas las indicaciones, porque una perforación mal cuidada duele mucho y deja una cicatriz bastante fea.
- Evita perforarte las zonas más expuestas o sensibles. Definitivamente no debes perforarte el dorso de las manos. Los lugares de riesgo son: la cara, los labios, la lengua, los pezones, el ombligo y los genitales.
- Recurre a un lugar de prestigio. Pide a tus amigos que te recomienden un verdadero profesional, que tenga experiencia en este trabajo y ciertos conocimientos médicos.
- Exige la máxima limpieza. Es la mejor garantía de que no tendrás problemas. El personal debe utilizar guantes, y el material desechable debe eliminarse en contenedores especiales.
- Elige un establecimiento adecuado. Debe contar con todas las medidas higiénicas necesarias. Un requisito básico es que cuenten con cámara de esterilización, porque las herramientas quirúrgicas reutilizables y las joyas deben esterilizarse con calor o mantenerse en líquido esterilizador. Antes de la perforación, debes tener una higiene total de la piel.
- Vigila el instrumental. Las agujas, pinzas, etc., que se usen para el piercing deben ser de uso único y desechables, o estar estrictamente esterilizadas. Pregunta si puedes llevar las agujas. La pistola perforadora sólo debe usarse para el lóbulo de la oreja.