La etiqueta "Made in China" ya comienza a preocupar. Panamá sufrió ya los efectos con la tragedia de los medicamentos del Laboratorio de Producción de Medicamentos de la Caja de Seguro Social contaminados con dietilenglycol y pastas dentales, también elaboradas con ese refrigerante.
Ahora el escándalo afecta a la industria láctea de China Continental, al descubrirse el uso de melamina en la preparación de leche para infantes y para otros productos como chocolates, galletas y mayonesa.
La melamina es una molécula que se utiliza para fabricar resinas, plásticos o pegamentos y añadida a la leche, da mayor consistencia al líquido, eleva sus niveles de nitrógeno y falsea los de las proteínas.
Ya conocidas marcas han mostrado preocupación, porque muchas veces adquieren materia prima en China o tienen plantas de producción en el gigante asiático.
Lo sucedido debe llamar la atención de las autoridades chinas, porque el consumidor está perdiendo la confianza en los productos provenientes de esa nación y ponen en duda sus controles sanitarios.
En Panamá, las autoridades sanitarias deben estar atentas ante la importación de productos chinos, sobre todo los alimenticios y medicamentos, para evitar que más panameños sean víctimas del escándalo lácteo de China.
De igual modo deben reforzarse los dispositivos de control para detectar cualquiera toxicidad en esos productos.