"Nadie puede hacer por un nieto lo que puede hacer un abuelo", estas fueron las palabras de bienvenida de los estudiantes de IV año del Colegio Episcopal San Cristóbal, en el homenaje al Día del abuelo Cristobalino.
Aunque no era el día nacional de los adultos mayores, el pasado jueves, el grupo de Liderazgo Juvenil, conformado por los estudiantes de los cuartos años del Colegio Episcopal San Cristóbal, le hizo un homenaje a sus abuelos e invitaron - como todos los años- a los del Hogar Bolívar y Catalina Brown.
Según Zoraida Almengor, dirigente de este evento, los adultos mayores no son valorados como debe ser y por ello, este grupo de estudiantes rompe esa barrera y le hace un homenaje todos los años a sus abuelos e invitan a todos los que forman parte del Hogar Bolívar y Catalina Browm, por estar ubicada en el corregimiento de Parque Lefevre.
Este evento tiene siete años de celebrarse y estar a cargo del grupo juvenil, que desde el mes de mayo realizan actividades para recoger los fondos suficientes para llevar a cabo esta fiesta. También preparan coreografías, entretenimientos y un pequeño brindis para esas personas que han dado todo el tiempo de su vida a ellos, agregó Zoraida Almengor.
OBJETIVOS Y LOGROS
Mi gran satisfacción es ver cómo el esfuerzo de los estudiantes se puede observar, luego de tan larga jornada de sacrificios, ya que ellos tienen que realizar sus actividades y prácticas de coreografías fuera de su horario de clase y por ende, todo se efectúa a base de sacrificio sin beneficio alguno, sólo para darle un poco de diversión y alegría a los abuelos "Cristobalinos", pero de una u otra forma contribuimos a la formación de los estudiantes para que puedan desarrollar sus habilidades y destrezas, aseguró Zoraida Almengor.
VIVENCIAS Y EXPERIENCIAS
La profesora Patricia Lewis, directora de ese colegio, quien tiene más de una década de ocupar este cargo, mostró su alegría bailando y nos dijo que ella forma parte de los homenajeados, porque es abuela y adora a sus nietos, porque asegura que es uno de los mejores regalos que le ha podido dar Dios.
También, pudimos conversar con la estudiante Katherine Pinzón, quien forma parte del grupo juvenil y nos dijo que fue una experiencia linda y que con esto aprendió a valorizar más a sus abuelitos. Mencionó, además, que seguirá el resto de su vida dedicándole un poco de tiempo a todos los adultos mayores que llegue a conocer durante el resto de su vida.
LA ABUELA BAILARINA
La anciana Valentina Lara, de 91 años de edad, nos dijo que tiene dos años de participar de este homenaje y nos mostró que su alegría no envejece. También agradeció al colegio, por no olvidarse de ellos y le pidió al Todopoderoso que los guarde y los proteja, porque es la única diversión que tienen en el año y la forma de recordar sus viejos tiempos, ya que su "hobby" siempre ha sido bailar y su espíritu todavía está joven, porque su cuerpo le pide gozar y gozar.
