La selección de Alemania, vigente campeona del mundo y de Europa, vapuleó ayer por 11-0 a Argentina en el partido inaugural de la Copa Mundial Femenina, disputado en medio de los rascacielos que plagan Shanghai.
Los malos augurios llegaron para las albicelestes desde los primeros compases del partido, con un gol en propia puerta en el minuto doce, encajado por la guardameta Vanina Correa cuando trataba de despejar una pelota a la salida de un córner. Después anotaron Kerstin Garefrekes, Melanie Behringer, Brigit Prinz (anotó el cuarto, quinto y octavo), Renate Linger, Sandra Samisek (séptimo, noveno y décimo), y para rematar el undécimo en la propia puerta de la carcerbera argentina.