Son tres tableros improvisados ubicados en un rincón tradicional del barrio de Santa Ana, a pocos metros de la Plaza Cinco de Mayo, en plena Ave. "B", donde los entusiastas jugadores dan rienda suelta a su espí�ritu deportivo, porque aquí� no se aceptan apuestas, sólo es por amor al deporte.
Los participantes se mueven con cautela, estudiando con detenimiento cada jugada de los oponentes, que ponen las piezas con maniobras seguras, mientras alrededor de ellos los peatones y los pintorescos Diablos Rojos pasan raudos, indiferentes a esta hermandad del Dominó.
Todos los asistentes confiesan que se congregan, invariablemente, todos los dí�as, de lunes a sábado, para echarse un par de partidas con sus camaradas, quienes siempre se muestran alborozados y de buen humor.
Alcibí�ades Gutiérrez es uno de los más asiduos concurrentes y desde hace cinco años viene a pasar el tiempo a este lugar donde se ha encontrado con otras personas que tienen las mismas aficiones.
NUEVOS MIEMBROS
El más reciente "socio", aunque sin membresí�a, se llama Agustí�n Moreno, ya que se incorporó a esta cofradí�a apenas hace cuatro meses, y se ha convertido es uno de los más prometedores jugadores de esta zona.
"Desde que vine por primera vez, gracias a la invitación de un amigo, me quedé encantado hasta el punto que vengo con mucha frecuencia a pasar un buen rato con mis amigos de La Esquina del Dominó. Me gusta la camaraderí�a que se desborda", dijo.
"Aquí� todos tienen las puertas abiertas y recibimos nuevos socios, no hay requisitos especiales para admisión. Sólo pedimos buena conducta moral y no aceptamos malos hábitos", destacó Gustavo Buitrón, otro participante.
Félix Ayarza, un hombre de mediana edad, se encuentra sentado en una pequeña silla de metal, a un costado de los tableros, observa con atención a los jugadores esperando su turno.
�SOY DEL BARRIO!
Otro de los asiduos se llama Rogelio Isaac Green, también considerado un veterano, con más de seis años de participación disciplinada en este hobby. El juega sin interrupción, concentrado en las movidas de sus oponentes que tampoco le dan respiro, en busca de la ansiada victoria.
"Soy del barrio de San Felipe y vengo aquí� porque me gusta este deporte de la mente y el compañerismo", subrayó.
MAS
Como muchos lugares, El Rincón del Dominó de Santa Ana se ha convertido en un lugar pintoresco que se puebla de personajes también pintorescos, que recuerda el ángulo amable de una ciudad, siempre cambiante y en proceso de modernización.