Martes 25 de agosto de 1998

 








 

 


MENSAJE
Finalizar la carrera

Hermano Pablo
Costa Mesa, California

T
odo estaba dispuesto para filmar la gran carrera. El productor del programa de televisión había alistado sus cámaras: veinte cámaras para filmar la llegada del ganador, y cuatro para filmar la legada del último. Era el maratón de la Olimpiada de Los Angeles, California.

Cuando llegó el primero, las veinte cámaras lo tomaron desde todos los ángulos posibles. Cuando llegó el último, más de una hora después, el público ya se había dispersado, y sólo estaban presentes los cuatro camarógrafos asignados. El atleta, un hombre de Africa, llegó a la meta casi moribundo.

Cuando le preguntaron por qué había hecho semejante esfuerzo, el atleta dijo: "Yo represento a mi rey, y mi rey me dijo: 'No te exijo que seas el ganador, pero sí te pido que termines la carrera'.

Ese hombre, atleta de un pequeño país del Africa, dio un noble ejemplo. No tenía posibilidades de ganar la maratón. Otros corredores, mejor entrenados que él, quizás más fuertes, quizá hasta mejor alimentados, habrían de llevarse los primeros puestos.

Pero su rey le había dicho: "Si empiezas la carrera, debes terminarla". Y el hombre hubiera dado hasta su vida para finalizar una competencia que teníaperdida de antemano. No le importaba el primer puesto. Le importaba llegar. Aunque muriera en la meta final, él tenía que llegar.

Aquí hay una lección para la vida. El apóstol Pablo, que también era aficionado a las competencias atléticas y estaba familiarizado con los juegos griegos, dijo una vez: "Considero que mivida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera" (Hechos 20:24).

Cuando el gran apóstol comenzó su carrera cristiana en el camino de Damasco, recibió la orden de Jesucristo de recorrer todo el imperio romano predicando esa verdad que es la única que transforma a los hombres de malos en buenos.

Y Pablo no dejó, ni un solo momento, de esfoerzarse en recorrer toda la carrera hasta el final. Cuano estuvo preso en roma, y ya para ser ajusticiado, escribió sus últimas palabras: "He peledo la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe" (2 Timoteo 4:7). ¡endito privilegio el de los verdaderos seguidores de Cristo!

 

 

 

 

 

CULTURA
El Instituto Francés de Estudios Andinos celebra su quincagenario.

 

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