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DESPUES DE SESENTA A�OS PANAMA VUELVE A FIGURAR EN EL PODIO, AHORA CON UNA MEDALLA DE ORO
Un inolvidable salto a la gloria

Elisinio González G. ([email protected]) | Crítica en Línea

La ciudad capital amaneció ayer fría y nublada, luego de la intensa lluvia que había caído en horas de la madrugada.

Sin embargo, era evidente que el astro más poderoso del universo iba a abrirse paso por lo que viviría todo Panamá: el salto del colonense Irving Saladino en los Juegos Olímpicos de Beijing.

La tensión se respiraba por todas partes. En diferentes emisoras de radio sólo se hablaba de un personaje: "El Canguro" de la provincia de Colón.

Los segundos seguían pasando y ya el reloj marcaba las 7:06 a.m., hora en que apareció por las pantallas de televisión de RPC Canal 4 y TVMax, el popular Saladino.

Era la presentación de los 12 participantes en la final del salto de longitud.

AUMENTO LA TENSION
Panamá entero se paralizó. La tensión se disparó por las nubes, porque en breves minutos, iba a entrar en escena Saladino.

El primer competidor en saltar fue el griego Louis Tsatoumas, a las 7:10 a.m.

Saladino sería el quinto en entrar al campo de batalla, y así sucedió. Vestido con los colores azul y rojo, y con el número 2553 en su pecho el colonense le pidió al público, que inundaba las gradas de "El Nido de Pájaros", que lo apoyara con los aplausos.

Y el público obedeció e inmediatamente Saladino tomó carrera a gran velocidad para caer por encima de los ocho metros, pero para su mala fortuna había hecho falta, porque había pisado la tabla.

Panamá entero comenzó a llorar.. otra vez salió a relucir la misma pregunta: �Por qué Saladino no asegura su clasificación en el primer salto?

Era la primera oportunidad de tres que iba a tener Saladino para clasificar, así que la esperanza del pueblo panameño por la medalla olímpica no se había esfumado.

Sin embargo, la tensión no desaparecería; al contrario, aumentaría cuando el competidor de zimbawe, Ngonidzashe Makusha, registró 8.19 metros, que lo colocó en la cima de la tabla de posiciones.

DOS SALTOS HISTORICOS
Era la segunda ronda. Nuevamente apareció Saladino en las pantallas de televisión. El reloj marcaba exactamente las 7:33 a.m., y las zapatillas de color rojo (derecha) y azul (izquierdo) comenzaron a sacudir el polvo de la pista de competencia.

Allí iba Saladino rumbo a cumplir con su pueblo, y lo hizo a lo grande. La bandera del juez era blanca, lo que indicaba que el salto había sido válido.

El registro fue de 8.17 metros. La velocidad de Saladino fue de 30.4 kilómetros por hora.

La esperanza había vuelto a Panamá. Colón explotó de alegría porque Saladino se había colocado en la segunda posición.

Pero aquí no acabó todo. A las 7:52 a.m., Saladino hizo el mejor registro de la primera etapa, con 8.21 metros, gracias a una velocidad de 35.4 kilómetros por hora.

Así terminó la ronda de tres oportunidades. Al final, fueron ocho los que entraron a la etapa decisiva, en que "El Canguro" fue el número uno.

SALTO A LA GLORIA
La cuarta etapa irrumpía en la humanidad de los panameños. La tensión estaba sobrepasando lo normal y era evidente: Panamá tenía 60 años de que no ganaba una medalla en unos Juegos Olímpicos.

De repente, apareció una amenaza de mucho peso, cuando el sudafricano Godfrey Mokoena registró 8.24 metros, para apoderarse del primer lugar.

Saladino pasaba a la segunda posición, pero no por mucho tiempo.

El reloj marcaba las 8:19 a.m. Ahora, con zapatillas doradas, Saladino corrió con alma y vida, despegó como un avión y planeó como un hambriento pelícano en busca de su presa, con la cabeza para atrás, los pies para adelante y con todo su cuerpo cayendo sobre el oro.

Era el salto de su vida.. el salto que no olvidará nunca Panamá.. un salto de 8.34 metros, que fue suficiente para que Saladino abrazara la presea dorada.. aquel metal que le prometió a todo Panamá.



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