TEMAS DE ACTUALIDAD
Las relaciones sociales en Panamá


Hernán Sanjur D.

Las relaciones sociales en Panamá están tan averiadas que como resultado se dan estas actitudes: Llegas a un lugar saludas y no te contestan. Tratas de entablar conversación y te rechazan. Haces una pregunta y no encuentras respuesta. Pides un favor ¡vaya que si lo encuentras! Tomas un bus no te ofrecen parte del asiento. A las damas no le ceden el puesto. Vas a cruzar una calle tienes que utilizar habilidad porque no te dan paso. Las líneas peatonales no valen nada. Caminas por una acera voltean a verte, y no se apartan para que pases. A una persona en percance no le dan la mano. Por supuesto que estas son algunas de las incongruencias que se palpan en nuestra conducta ciudadana y sin duda es producto de la impresionable magnitud de la delincuencia posada en calles, avenidas y en otras áreas de nuestras ciudades.

Ciertamente andamos por estos lugares con la constante sensación de ser víctima de los antisociales en cualquier instante. No existe una bien distribuida vigilancia policial que agrade a la comunidad y que pueda reducir por lo menos los actos delictivos. No puede ser que los perturbadores del orden social superen la acción de los hombres del quepis y el revólver. Si así fuese, es urgente y sin mañana que la Institución Policial plantee al hampa una cerrada ronda que no deje punto alguno de la nomenclatura poblacional, sin divisar. Pero siempre y cuando no involucre a personas honestas y distantes de la comisión de delitos. Con justificación la gente se priva de salir en las noches porque es cuando el delincuente tiene más protagonismo y cuando la presencia policial disminuye. La embarazosa situación social que afrontamos y que día a día crece genera la desconfianza que destruye el buen ánimo del panameño, es una afrenta nacional, proyecta mala imagen hacia lo internacional, obstaculiza el camino para que el extranjerismo no visite nuestro país poseedor de importantes puntos que lo distinguen. Sobre la incidencia misma de la delincuencia se percibe que en nuestros lares está más integrada por la raza procedente de Africa que motiva a pensar que tendrá su génesis en que en tiempo inmemorial estos fueron sometidos a esclavitud la que para bien de ellos fue abolida al término de la Guerra de Secesión. Descendencia en descendencia habrán experimentado el trauma síquico que hizo presa a sus antepasados y los habrá inducido a disentir de los valores humanos y morales en vez de resarcir ese pasado para ser miembros honorables de las sociedades. En tanto Ud. ve que con el humor de la antisocialidad pegado en sus sienes, terminan con sus vidas o alojados en una prisión donde seguramente no vivirán mejor. A Panamá llegaron los africanos allá por los albores del siglo 16, vía marítima, se ubicaron en nuestras costas, posteriormente se incorporaron a los trabajos de construcción del ferrocarril y más tarde del Canal de Panamá. De allí su militancia en tierras panameñas.

Con relación a nuestros connacionales imbuidos por el hábito de delinquir en perjuicio de la majestuosa sociedad se puede deducir que uno de los factores que los impulse sea que el ente paternal por su precaria situación permita que su tutelado vaya a las calles a cometer robos y peor es que muchas veces quitan vidas.

Otro factor puede ser falta de educación, aún a sabiendas de que esto no es óbice para encontrar un medio honesto que les aporte dinero. También está la posibilidad de ser cierto que le tengan tedio al trabajo y que rememoren el "no me importa con nada", lo cual es atentar contra todo orden humano. Definiendo: En Panamá para la delincuencia se necesita -para no ser inhumano- una prisión subterránea donde no puedan salir. Para la cultura nacional es necesario una amplia red de información educativa por televisión primeramente, porque es donde se aprecia una tanda de programas negativos para este fin. Debe tener autoría del gobierno central, pero imagínese Ud. cuándo tendremos un Presidente capaz de emprender un proyecto de esta naturaleza. FTV, Canal Once y 5 no tendrán el 25% de sintonía en nuestro medio, lo cual nos indica el bajo interés por la educación.

 

 

 

 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
El General Nicanor de Obarrio, el prócer cuyo nombre lleva la histórica calle 50.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, mantengo desordenada mi área de trabajo.


OPINIONES

 

PORTADA | NACIONALES | RELATOS | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | REPORTAJES | VARIEDADES | CRONICA ROJA | EDICION DE HOY | EDICIONES ANTERIORES


 

 Copyright 1996-1998, Derechos Reservados EPASA, Editora Panamá América, S.A.