EVANGELIO DOMINICAL
Marcos 6, 30-34
La Liturgia de la Palabra centra en esta oportunidad toda su reflexión en la figura del Pastor que cuida y protege a sus ovejas. Jesús es el Pastor que trae la paz al mundo, y en las lecturas de este domingo escucharemos que el centro de su mensaje está en la invitación a seguir su ejemplo para ser los nuevos pastores de su rebaño.
JESUS, PASTOR Y PROFETA
El evangelista san Marcos es quien realiza una presentación bastante interesante de la figura del Mesías en sus primeros ocho capítulos; sin revelarlo todavía como tal, y guardando el secreto mesiánico que caracteriza su Evangelio. En el pasaje de hoy se denota claramente la característica principal de este Mesías: en primer lugar, la del hombre que, siendo tan humano como cualquiera, siente cansancio, y desea alejarse a descansar un poco. Sin embargo, la angustia de la gente por encontrarse con �l, hace que la multitud se le acerque, lo busque donde quiera que �l esté, y así consiguen que �l se compadezca de ellos, pues andaban como "ovejas sin Pastor".
Esta expresión, tan propia del evangelista para señalar el papel que juegan los seguidores de Jesús, es bastante diciente, pues nos señala justamente que sólo �l es el Buen Pastor, aquel que es capaz de renunciar a sus comodidades para resarcir las necesidades de quienes lo buscan, todo dado por ese inmenso amor que sólo puede partir del corazón del Mesías auténtico y verdadero.