El Geisha llevó a Panamá a gozar de un reconocimiento mundial, al registrar el precio histórico de B
170.20 por una libra de café de la finca La Esmeralda en la subasta electrónica "Lo mejor de Panamá".
Los japoneses de la empresa Saza Coffee pagaron B/68, 080 por las 400 libras de este café especial que se produce a unos mil 700 metros sobre el nivel del mar en las fincas de La Esmeralda ubicadas en Palmira y Jaramillo, propiedad de la familia Peterson.
Se trata del precio más alto ofertado en una subasta electrónica, que superó su propio récord que impuso esta hacienda en el 2007, cuando vendieron a B/135.00 la libra de este mismo café.
La fama del Geisha está arrastrando a la caficultura panameña indicó Ricardo Koiner, presidente de la Asociación de cafeces especiales de Panamá, al sostener que es una ventana de promoción que está dando el mercado internacional con este precio, a diferencia de B/1.32 que es el precio de la bolsa de New York.
El sabor del Geisha de la Hacienda La Esmeralda, sacudió a los compradores internacionales en la subasta independiente que desarrolló esta familia, cuando vendieron 234 quintales de Geisha a un precio promedio de B/27.00 por quintal, el pasado 18 de mayo.
Los nuevos interesados en la caficultura panameña son los asiáticos y suecos que se han interesado por el café panameño, a parte de los norteamericanos, japonés y coreanos que ya conocen la calidad de este grano.
DETRAS DE UNA FAMA, HAY UNA REALIDAD
A pesar que se trata de un récord mundial, sólo son pequeños lotes de café que fueron ofertados en este evento internacional, pero queda el café que no es especial que representa la mayor producción y se vende a precios de libre oferta y demanda.
Rachel Peterson, propietaria de la hacienda La Esmeralda junto a su hermano Daniel Peterson, coinciden que el éxito depende del trato que se le da a los cosecheros a los cuales se les paga en esta empresa, tres veces más alto el precio por lata que el ofertado en la zafra. Esto garantiza la calidad del grano desde su nacimiento hasta convertirlo en pergamino.
EL PALACIO DEL CAFE
La Asociación de beneficiadores y exportadores de café, están haciendo fuertes esfuerzos para llevar adelante los proyectos como la denominación de origen, captura de carbono a través del bosque reforestado más grande del país que son las plantas de cafeto y están en la venta de estos certificados a los países industrializados quienes están interesados en la reducción del dióxido de carbono a nivel mundial.
Boquete se convertirá en la capital del café nacional, luego que el sueño de los productores es construir el Palacio del Café. Se trata de un centro de capacitación para triplicar la producción nacional del grano, que incluye una escuela de buenas prácticas culturales en las plantaciones.
Al igual que urge establecer una escuela de beneficiadores para enseñar el manejo del café dentro del beneficio, una escuela de catación, de varismo que va a permitir la preparación de personas que preparan esta bebida con un producto de alta calidad.
También se requiere contar con un laboratorio de catación para certificar el café con denominación de origen y un laboratorio germoplástico para clonar plantas de cafetos.
Los compradores internacionales están interesados en que los productores ofrezcan valores agregados al producto que venden donde se pueda incluir la biodiversidad que rodea al parque cafetalero.
Norberto Suárez, presidente de la Asociación Nacional de Beneficiadores y Exportadores de Café, indicó que en la medida en que evolucionó el mercado gourmet y café especial ayudó al reconocimiento internacional del café, ahora la variedad exótica llegó el Geisha que ha llegado caído del cielo y no se debe a una estrategia.
Requieren una estrategia científica de mercado nacional e internacional apoyada por la contratación expertos para vender el café de Panamá y ubicarlo en una mejor posición.
