Un gol agónico de Winston Reid en tiempo de descuento le dio ayer a Nueva Zelanda el empate 1-1 contra Eslovaquia y dejó todo parejo en el Grupo F del Mundial.
Los Kiwis anotaron en la última jugada del partido, en el tercer minuto de descuento, cuando Reid batió el arco eslovaco al cabecear un centro Shane Smeltz.
Eslovaquia marcó su gol con el mismo tipo de factura, un cabezazo de Robert Vittek a los 50 minutos.
El punto cosechado por ambas selecciones en el estadio Royal Bafokeng de Rustenburgo fue histórico. Nueva Zelanda perdió su tres partidos en su previa participación en España 1982, mientras que Eslovaquia debutó como nación independiente.
"Esta es una noche especial para mí, no podría estar más orgulloso", comentó el técnico de Nueva Zelanda, Ricki Herbert. "Creía que el primer partido era una buena oportunidad para conseguir algo".