La construcción del Metro de la ciudad capital, la obra de infraestructura insignia de la administración de Ricardo Martinelli, habría asegurado su financiamiento, luego de que cuatro entes internacionales de crédito mostrasen interés en poner dinero para el proyecto.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció que está dispuesto a otorgar 600 millones de dólares; mientras que hasta 400 millones de dólares vendrían de la Corporación Andina de Fomento (CAF), un tope de 240 millones de dólares saldrían del Banco Europeo de Inversiones, y el Citibank aportaría 250 millones.
Esto cubriría los 1,500 millones de dólares estimados para el proyecto.
El proyecto se hace necesario desde hace años. Tomando en cuenta que la ciudad de Panamá crece de forma alargada, y de que la infraestructura de carreteras de la ciudad ya no soporta la enorme cantidad de vehículos, un tren urbano resulta la única alternativa para descongestionar el tráfico y mejorar en alguna medida la calidad de vida de los panameños.
Sin embargo, una obra de esta magnitud no puede privarse de un estudio de impacto ambiental. Las principales críticas de ambientalistas en contra del proyecto "9 en 1" consisten en que -de ser firmado por el Presidente- se podría obviar este requisito para su construcción, aduciendo que se trata de un proyecto de "interés social".
Definitivamente que el Metro es un anhelo de los capitalinos, pero ello no se justifica pasar por alto las implicaciones ambientales que tendrá sobre los mismos capitalinos.