Terminó el tiempo de ensayo y error. Desde ayer entramos en la etapa más importante de nuestra preparación para enfrentar al respetable equipo salvadoreño.
Nuestro técnico Alexandre Guimaraes ya debe tener la idea clara y el equipo definido para el juego del domingo. Salvo los lesionados Rolando Escobar, José Luis Garcés y Felipe Baloy, el técnico cuenta con un abanico de opciones para el once titular.
Viendo los amistosos ante Guatemala y Chile, podemos constatar que el DT tiene una idea clara de como jugar. Guimaraes apuesta por una defensa asfixiante, pocas veces estética para sacar el balón jugado, pero con profundidad y contundencia.
El mediocampo nacional también es más de lo mismo. Jugadores que están para corretear al rival y no dejarlos jugar. Eso hace que no veamos un equipo panameño que proponga juego, sino que su apuesta sea el contragolpe.
Guimaraes ha convertido a Panamá en una selección muy táctica, que basa su trabajo primero en el orden, para de allí empezar a construir las opciones ofensivas.
En ese sentido, el grupo está bien armado, con un bloque que será muy difícil de superar para los salvadoreños, rivales a los que aventajamos en potencia y velocidad.
La virtud más rescatable de los cuscatlecos será su toque de pelota.. esa es la principal arma de De Los Cobos para superarnos, aunque me parece muy difícil que su técnico arme una propuesta ofensiva de visita en el Estadio Nacional Rod Carew.
Lo más seguro es que vendrán a defenderse en Panamá y llevar la eliminatoria abierta para resolverla en El Salvador.
En ese aspecto debemos estar atentos, no desesperarnos en los primeros minutos si el gol no cae.. la tranquilidad es la clave.
Por estos días ya se siente el ambiente de eliminatoria, nadie quiere perderse el partido, en las calles todo mundo pregunta por la hora del show. La "Marea Roja" será clave para superar este primer juego.
El domingo me imagino al país convertido en un carnaval, en una gran fiesta que sólo es capaz de darnos el fútbol, una pasión que nos atrapa en cada eliminatoria.
