La lucha antidrogas continúa marcando la relación entre Perú y EE.UU., una relación que pasa por sus mejores momentos en la última década y que ha hecho del país andino uno de los aliados más sólidos con que Washington cuenta en Latinoamérica.
Pese a ser Perú el segundo productor del mundo de hoja de coca y de cocaína procesada, Estados Unidos concede a este país una décima parte de lo que destina a Colombia al respecto, y en los últimos ocho años su ayuda para el gobierno de Lima se ha reducido incluso en un 30%.
El "zar" antidroga peruano, Rómulo Pizarro, dijo a que el Gobierno presentará a Barack Obama lo que él llamó éxitos del modelo de desarrollo alternativo de la región de San Martín, donde la cocaína ha perdido terreno en favor del cacao gracias a los altos precios internacionales de la semilla del chocolate.
Pizarro reconoció que el narcotráfico "no se queda de brazos cruzados", y conforme se erradican hectáreas de coca en San Martín y se destruyen pozos de maceración en unos lugares, los cultivos se extienden en otras regiones limítrofes.