Desde que en 1913 el surrealista Marcel Duchamp expusiera un orinal como una escultura titulada "La Fuente", el arte contemporáneo ha estado rodeado de polémica.
Algunos críticos se cuestionan indignados si todas estas expresiones que incluyen videos, hologramas, imágenes computarizadas, ruidos, espacios, instalaciones y conceptos son arte.
Otros consideran que la relevancia, fuerza e inmediatez son precisamente la dirección que debe tomar el arte.