TEMAS DE ACTUALIDAD
Una asamblea fortalecida

Nicolás Torres Beleño
Colaborador

Muchos fueron los cuestionamientos a que fue sometida la Asamblea Legislativa en los últimos años, más negativos que positivos. Fuertes críticas se dirigieron al ausentismo de sus miembros y al supuesto mal manejo de las partidas circuitales. No faltaron columnistas, candidatos, periodistas y hasta medios impresos que se pronunciaron a favor de la no reelección de los legisladores. Sin embargo, el pueblo, como soberano y máximo juzgador, ha reelecto a más del 45% de los actuales integrantes de la Asamblea Legislativa, o sea 31 legisladores de 72, de los cuales 20 son de la actual coalición de gobierno (16 PRD y 4 Solidaridad) y 11 de la oposición (1 PDC, 3 arnulfistas, 1 Renovación Civilista, 1 Morena, 1 Liberal, 1 Liberal Auténtico, 1 Papá Egoró y 2 Molirenas). Ello indica, que la voluntad popular está por encima de cualquier opinión particular.

Este resultado electoral, aunque fortalece la institucionalidad del primer Organo del Estado, debe ser tomado sin ningún ápice de triunfalismo por quienes se vieron beneficiados con el voto de confianza de sus electores. La coyuntura sí es propicia para que los llamados "padres de la Patria" entren erguidos a nuestra historia política, puesto que a partir de este 1 de septiembre formarán parte de un colegiado que, por primera vez, desde su creación, experimenta el fenómeno de estar compuesto, mayoritariamente, por el sector de la oposición, lo que le da un matiz de real independencia del Organo Ejecutivo, de lo cual han estado huérfanos todos los anteriores gobiernos. Esto ofrece la oportunidad única a la Asamblea Legislativa, de desempeñar el papel fiscalizador que le corresponde dentro del Poder Público.

Pero, la independencia del Organo Legislativo y su celosa vigilancia no debe entenderse como la obstaculización de la gobernabilidad. Todo lo contrario. Su desempeño debe estar dirigido a perfeccionar los programas de gobierno sin que ello merme su rol de oposición. Las pluralidades ideológicas y doctrinarias deben divorciarse del apasionamiento y enfocarse hacia el beneficio común de la sociedad panameña.

Pienso que la Asamblea Legislativa tendrá la oportunidad de lujo, que será su carta de presentación, cuando una vez instalada en septiembre tenga, por mandato de la Constitución y la Ley, que nombrar al Contralor General de la República, funcionario de vital importancia en el manejo de la cosa pública. El escogimiento del contralor nos servirá de termómetro para evaluar y hacernos una idea de lo que será el comportamiento de esta institución en los próximos cinco años.

Por costumbre y estrategia el Poder Ejecutivo suele nominar para este cargo a una persona con vínculos partidarios que lógicamente le garantice una colaboración expedita que algunas veces se torna en subordinación y complicidad. La Asamblea, en un simulado acto de nombramiento parcial, no hace otra cosa que ratificar la intención del Ejecutivo. En esta ocasión espero no sea así. Particularmente creo que este funcionario debe ser una persona sin codificación política, revestido de conocimientos en materia económica y probada reputación. Confío en que la Asamblea sabrá causarnos una buena primera impresión.

 

 

 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Se funda la Federación de asentamientos campesinos de la provincia de Darién


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no visto adecuadamente


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