Bomberos arriesgan sus vidas para salvar
Por: Vladimir Rodríguez
Crítica en Línea
El reloj marca las 2:15 p.m.
mientras la guardia permanente se encuentra en el Cuartel de Bomberos de
Panamá. Suena el teléfono y de inmediato la alarma alerta
a los bomberos sobre un incendio en el sector del casco viejo, donde el
70% de las viviendas son casas condenadas o abandonadas.
De inmediato se plasma en la mente del bombero, llamaradas voraces que
lamen furiosamente la madera carcomida y que casi intentan tocar las nubes,
mientras se apresta a equiparse con sus botas, casco y chaleco especial.
Posteriormente se escuchan las sirenas de los carros-bombas rompiendo
el silencio del cuartel que parece despertarse para enfrentar otro incendio,
mientras varios hombres uniformados de rojo y azul descienden por la barra
con la esperanza de encontrarse con una fuerte presión de agua o
que el siniestro no sea de gran magnitud para poder apagarlo sin problemas.
Cuando los "camisas rojas" se acercan al sitio del fuego, pueden
observar a escasos metros de distancia cómo se cubre el cielo de
nubes negras dando indicios de que les está esperando una lucha mano
a mano contra el incendio.
Al llegar al sitio indicado el color rojo de los carros-bombas se confunde
con el color rojizo-naranja de las llamas intensas, esperando que se desenrollan
en forma rápida las mangueras que serán conectadas para extinguir
el fuego.
El bombero lleva en su mente no sólo la idea de apagarlo sino
de salvar vidas como en muchas ocasiones se ha logrado, aunque también
se puede observar en su rostro el reflejo de un trago amargo, cuando aparece
un cuerpo calcinado por las llamas de un ciudadano que no pudo salir a tiempo.
LOS ULTIMOS CAIDOS
Dos bomberos murieron por asfixia, el 21 de diciembre de 1993, cuando se
produjo un incendio de grandes proporciones en el almacén "Modas
Saks", en el corregimiento de Calidonia, como consecuencia de trabajos
de soldadura que realizaba un obrero, sin tomar las medidas de seguridad.
Humberto Peters, de 31 años y Bernardo Alvarez, de 30, eran miembros
de la Guardia Permanente del Cuartel Ricardo Arango y fueron recogidos en
el tercer piso del almacén, luego que perdieran el conocimiento por
la cantidad de humo tóxico inhalado, a pesar de portar el equipo
de oxígeno del Cuerpo de Bomberos.
MÁS INCENDIOS ESTE AÑO
Según la Oficina de Seguridad del Cuerpo de Bomberos, es "alarmante"
la cantidad de incendios que se han registrado en 1999. Se han reportado
55 en los cuales un total de 71 bomberos han resultado heridos.
En el mes de mayo se han registrado seis incendios y el de consecuencias
mayores ha sido el del pasado lunes 10 en el corregimiento de Santa Ana,
donde alrededor de 2 mil panameños quedaron sin hogar y fueron consumidos
14 inmuebles de las calles 14, 15 y 16.
La mayor cantidad de bomberos afectados se dio el pasado martes 13 de
abril, en el incendio del Centro Comercial Display Plaza, ubicado en vía
Brasil, por inhalación de humo tóxico debido a que el material
eran productos de chapistería y por tal razón se tardaron
9 horas para poder sofocarlo.
También el pasado 7 de abril, un total de 13 talleres de tapicería
y ebanistería ubicados en la galera de madera de la Avenida Ancón
fueron consumidos por un voraz incendio, donde resultaron 4 bomberos heridos.
El pasado 19 de abril, en Calle Séptima, Río Abajo, se
registró un fuego que consumió seis cuartos y una mujer sordomuda
resultó calcinada por las llamas.
CUADRO ESTADÍSTICO DEL CUERPO DE BOMBEROS
El promedio más alto de incendios registrados en un año por
el Cuerpo de Bomberos ha sido de 92, en los años 1989 y 1981; en
1998 se registraron 88; 1997, 86; 1996, 66; 1995, 70; 1994, 47; 1993, 54;
1992, 46; 1991, 65 y 1990, 28.
PROBLEMAS DEL CUERPO DE BOMBEROS
Entre los problemas que afrontan los "camisas rojas" se encuentra
la falta de presupuesto, ya que cuentan sólo con seis millones de
balboas y se les recortó recientemente, por lo que es una limitante
a la hora de ejercer su trabajo.
Además como consecuencia de esto, está la carencia de equipos
sofisticados para hacerle frente a los incendios en épocas modernas,
donde se construyen edificios inmensos, dejando atrás en ocasiones
el alcance de los carros-bombas que se tienen. Por otra parte, no se contempla
el poco salario que ganan los bomberos y cumplen un horario de 24 horas
en la Guardia Permanente.
SITIOS O PUNTOS CRITICOS
Según un vocero del Ministerio de Vivienda, aún existen alrededor
de 286 inmuebles en los corregimientos de San Felipe, Santa Ana y El Chorrillo,
que como casas condenadas o abandonadas son considerados por las autoridades
sitios críticos o de riesgo frente a la posibilidad de un incendio.
Además, existe el edificio de la Renta 5, que aunque las autoridades
hayan informado de su peligrosidad, aún las personas viven ahí,
lo que en cualquier momento puede ocasionar una tragedia.
El MIVI hace incesantes esfuerzos para contrarrestar las tragedias como
la más reciente en el corregimiento de Santa Ana, pero el presupuesto
es muy bajo y se necesitaría medio millón de balboas para
la construcción de un edificio Salomón que cuenta con 40 apartamentos.
Actualmente de los damnificados de Santa Ana, 60 familias clasifican
para ser trasladadas a dos proyectos habitacionales en uno ubicado en El
Chorrillo y el otro en Nuevo Veranillo.
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