Un día después de que un accidente de tránsito en la Vía Ricardo J Alfaro casi les costara la vida a una estudiante universitaria y a una mujer de generales desconocidas, la condición de salud de ambas varía de estable a delicada.
En el caso de la estudiante Carolina Solís, de 22 años, quien estuvo por más de dos horas atrapada entre la carrocería de su auto Jeep Cherokee y las llantas del diablo rojo de la ruta Tumba Muerto-Los Andes, que literalmente aplastó el vehículo, la condición de salud de ella es estable.
Solís ha ido en franca mejoría a pesar de la seriedad de los traumas recibidos en el accidente del viernes.
Quien no ha corrido con la misma suerte, es la mujer que resultó atropellada en momentos que huía del bus.
La afectada que continúa sin identificar, pues nadie se ha acercado hasta el Hospital Santo Tomás para saber de su condición, continúa en estado delicado.
La misma permanecía hasta el cierre de esta edición, en la sala de Cuidados Intensivos del Hospital Santo Tomás, donde lucha por su vida.