Casa Blanca dice ataques seguirán pese anuncio tregua yugoslava

Washington
REUTERS

Estados Unidos rechazó el martes una información referente a una oferta de alto el fuego de Yugoslavia y prometió una campaña aérea "constante, inflexible e incesante" de la OTAN.

"Hemos dejado muy claro que ninguna medida vacía y a medias detendrá el bombardeo", afirmó David Leavy, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

"Si (el presidente yugoslavo Slobodan) Milosevic no hace lo necesario, la OTAN continuará con su campaña. Será constante, inflexible e incesante", comentó Leavy.

El presidente estadounidense Bill Clinton reiteró las exigencias de la OTAN para terminar con los bombardeos: Milosevic debe retirar sus fuerzas de Kosovo, permitir el regreso de la etnia albanesa y la protección de una fuerza de seguridad internacional.

"El señor Milosevic podría terminar ahora mismo retirando sus fuerzas militares (...) y paramilitares (...) aceptando el despliegue de una fuerza de seguridad internacional para proteger no sólo a los kosovares albaneses... sino también a la minoría serbia... y posibilitando el regreso de todos los refugiados", dijo Clinton en la Casa Blanca.

La televisión estatal serbia informó de que los gobiernos de Yugoslavia y Serbia acordaron un alto el fuego unilateral en Kosovo con motivo del Domingo de Resurrección.

El secretario general de la OTAN, Javier Solana, anunció ayer que la Alianza rechaza la tregua anunciada por el gobierno yugoslavo por ser "claramente insuficiente" y no cumplir las demandas de la comunidad internacional.

Este rechazo, difundido por Solana mediante una declaración por escrito, implica que la OTAN no interrumpirá los bombardeos aéreos contra objetivos militares yugoslavos que ya cumplieron su decimotercera jornada y que se van a intensificar, según responsables aliados.

Solana afirma que "el alto el fuego unilateral propuesto por la República federal de Yugoslavia y el Gobierno de Serbia es claramente insuficiente. Antes de que un alto el fuego pueda ser considerado, el presidente Milosevic debe cumplir las demandas establecidas por la comunidad internacional", agrega la declaración.

Estas son, añade el documento informativo, "el regreso de todos los refugiados a Kosovo y el despliegue de una presencia internacional de seguridad, la retirada de las fuerzas militares, paramilitares y policiales serbias, y la aplicación de un marco político para Kosovo sobre la base del acuerdo de Rambouillet".

Solana recuerda que las acciones de la OTAN contra Yugoslavia son en apoyo de los objetivos políticos de la comunidad internacional, que son "un Kosovo multiétnico, en paz y democrático en el que todos los pueblos vivan en seguridad". Belgrado había anunciado ayer un alto el fuego unilateral en las acciones de sus fuerzas militares y policiales en Kosovo que entraría en vigor a las 18:00 GMT.

La Alianza esperó a que las principales capitales aliadas anunciaran su rechazo a la tregua, para hacer pública su reacción después de una breve reunión del Consejo Atlántico, que agrupa a los embajadores de los 19 países de la organización.

Fuentes de la Alianza coincidieron en que el anuncio de la tregua corresponde a que "Milosevic empieza a sentir la presión".

El propio portavoz aliado, Jamie Shea, admitió ayer en una rueda de prensa que comienza a haber "cismas" en el apoyo a Milosevic en el propio seno de la administración yugoslava.

La tregua unilateral de Belgrado, en el caso de que siga en pie a pesar del rechazo de los aliados a parar los bombardeos, podría ser un alivio temporal para las fuerzas del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) que todavía combaten dentro de la provincia con el Ejército y la policía especial serbia de Milosevic.

Los militares aliados tienen localizados tres lugares en donde se están produciendo los combates. El más problemático es el de la localidad de Vuctrn, al norte de Prístina, en el que los guerrilleros del UCK se encuentran rodeados por las fuerzas serbias.

Los otros dos, según la información suministrada ayer por la OTAN, se encuentran al sudoeste, cerca de la frontera con Albania entre las localidades de Pec y Dakovica, y al sudeste, cerca de la frontera con Macedonia en la localidad de Kacanik.

 

 

 

 

 

 




 

Fuentes de la Alianza coincidieron en que el anuncio de la tregua corresponde a que "Milosevic empieza a sentir la presión". El propio portavoz aliado, Jamie Shea, admitió ayer en una rueda de prensa que comienza a haber "cismas" en el apoyo a Milosevic en el propio seno de la administración yugoslava

 

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