Lunes 5 de marzo de 1999

 








 

 


El endemoniado tráfico vehicular: un problema para nunca acabar

Redacción
Crítica en Línea

Cada día, el endemoniado tráfico vehicular saca de casillas a los conductores panameños. Autobuses chatarras se unen cada día a los autos particulares en una larga cola que contamina la ciudad con smog.

El caos lo produce la excesiva introducción de automóviles a Panamá y la falta de nuevas carreteras.

Panamá importa anualmente vehículos por un valor superior a los 250 millones de balboas. Se estima que en el país circulan 375 mil autos e ingresan otros tres mil cada mes.

Un estudio sobre el Transporte Terrestre preparado por una Comisión Presidencial advierte que en el término de 8 años se duplicará la flota vehicular y con ello vendrá un mayor déficit en la capacidad vial.

Hace cuatro años, en la provincia de Panamá existían 129 autos por kilómetros cuadrado. Y la cifra es más alarmante en la actualidad.

Si las autoridades no buscan soluciones, en pocos años tendremos kilómetros de carreteras congestionadas de autos. En pocas palabras: el país se paralizaría y sus calles se convertirían en un gran estacionamiento.

Una investigación del Instituto de Estudios Latinoamericanos (ILDEA) estima que para el próximo año, en la ciudad capital se realizarán 1.6 millones de viajes diarios, entendiéndose como viaje, la movilización de un vehículo de un sitio a otro con un propósito definido.

Con esos 1.6 millones de viajes se estarían movilizando 1.3 millones de personas que se transportarían principalmente de sus casas al trabajo y a la escuela y viceversa. El 45% de estos panameños se movilizan en autobuses, el 35% en autos propios y el resto en taxis, bicicletas, motocicletas y chivas.

Toda esa actividad de movilización representa un costo anual de 400 millones de balboas.

ILDEA resalta que el 50% de los viajeros viene del norte de la ciudad, el 30% del Este, el 12% atraviesa el puente de las Américas y el 8% se genera en las áreas revertidas.

Los estudios de la Comisión Presidencial y de ILDEA resaltan la problemática del transporte público, donde existen buses hasta del año 40 y la edad promedio de la flota es de 17.7 años.

Los autobuses que circulan en el área metropolitana tienen una capacidad de 55 ó 60 pasajeros. La mayoría se adquieren en la Florida (EU) a un precio que oscila entre 10 y 15 mil dólares. Son vehículos con una edad de entre 12 y 9 años de fabricados.

En la ciudad de Panamá existen 2,072 autobuses, pero cada día sólo operan 950.

La crítica situación del transporte público generó las reformas a la Ley 14 del 26 de mayo de 1996 para crear la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre.

La Comisión Presidencial que preparó las reformas advirtió que las mejoras a la flota de autobuses implican un incremento de las tarifas que actualmente tienen un costo promedio de 22 centésimos. Se estima que la misma sería en el futuro de 40%, lo que representa un incremento del 82%.

En cuanto a los autos particulares que circulan en el país, la mayoría fueron fabricados entre 1980 y 1997. Las marcas preferidas en orden descendente son Toyota, Nissan, Mitsubishi, Hyundai, Ford, LADA, Mazda y Honda.

La enorme cantidad de vehículos y la falta de vías trae consigo también accidentes de tránsito. El año pasado, se registraron cerca de 46 mil, en su mayoría colisiones, el 77% de éstos se producen en la ciudad capital.

Esos accidentes generan cada año reclamos a las compañías aseguradoras por el orden de los 20 millones de dólares.

 

 

 

 


 

El caos lo produce la excesiva introducción de automóviles a Panamá y la falta de nuevas carreteras.

 

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