Miércoles 7 de abril de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Actuales perspectivas de "El Bogotazo"

El 9 de abril de 1948, en vísperas de la reunión continental de países latinoamericanos, fue asesinado arteramente el caudillo del liberalismo social colombiano, Jorge Eliécer Gaitán, cortando la mano criminal el proceso de ascenso presidencialista que el liderazgo vertical y docto del destacado político ofertaba al vivir de Colombia.

La muerte trágica produjo entonces un alzamiento social; eclosión popular, que se registra con el nombre de "El Bogotazo", en cuyas acciones y secuelas perecieron miles de ciudadanos, se produjeron múltiples incendios y asaltos a la propiedad; viviéndose en síntesis una grave situación de rebelión y caos, con la que la poblada dejó constancia de su repudio y censura al crimen político enraizado con las gobernantes cúspides conservadoras de ese país.

La muerte de Gaitán sirvió de detonante a la formación de huestes armadas en el llano colombiano, en cuyo enrolamiento inscribió a Manuel Marín Marulanda, hoy conocido como "Tiro Fijo", actual jefe máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC); acción histórica que deriva a la realidad actual donde los insurgentes suman miles de soldados irregulares, mientras el ejército regular resulta incapaz para someterlos a la obediencia y orden.

La enseñanza colombiana es ilustrativa: la cerrazón de los caminos de expresión democrática, el desconocimiento de las garantías constitucionales, cívicas y políticas, la afrenta a la vigencia del estado de derecho, y las manipulaciones de cúspides glotonas y cerradas, son el mejor caldo de cultivo para desequilibrar el derrotero de una nación y favorecer soluciones de conflicto, irrespeto social y aplastamiento de la economía.

Ahora, cuando Panamá encamina quehaceres cívicos y políticos por vías de afianzar la democracia y renovar los mandos de autoridad, resulta grosero que se celebren reuniones encaminadas a reconstruir las pandillas partidarias de los "Batallones de la Dignidad" y los Codepadis; al igual que se produzcan arbitrarias sanciones y castigos para acallar el derecho a la divulgación y publicación de resultados encuestadores.

La sostenida y planificada actividad destructora de carteles, vallas, telas y afiches de opositores pone de manifiesto el desvío intelectual y la torcedura moral de los autores de tales agravios y despropósitos insensatos.

El destino panameño preocupa sensitivamente a la opinión pública del hermano país colombiano donde se llega a preguntar, con inquietud, cuáles serán las consecuencias en Panamá del eventual fracaso de las negociaciones pacificadoras del presidente Pastrana y la guerrilla. Elucubración que alcanza paralelismos similares con la desgracia bélica de Kosovo; razonamiento que impone reforzar las búsquedas del respeto, la tolerancia y el civismo en las lides comiciales panameñas. No lo olvidemos.



 

 

 



 

AYER GRAFICO
Orlando (Cascarita) Guerra fue una de las grandes atracciones artísticas en Panamá


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no legislo a favor del pueblo


OPINIONES




 

 

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