El incremento en los últimos años de la detención de somalíes en la frontera de Panamá y Colombia llevo a que se redoble la seguridad con unidades del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT).
Recientemente se descubrió que los "coyotes" tienen vinculación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La seguridad se ha reforzado en más de 10 comunidades fronterizas con Colombia. Los insurgentes se encuentran en el negocio de tráfico de somalíes, quienes pagan hasta 15 mil dólares por persona para convertir en realidad su sueño: llegar a Estados Unidos.
En operativos para ubicar a "coyotes" se han detectado laboratorios de procesamiento de cocaína y campamentos de descansos de los guerrilleros de las FARC. Actualmente las autoridades de ambos países estiman que hay más de 200 guerrilleros perteneciente al Frente 57 de las FARC, que se mueven entre ambas fronteras para custodiar los cargamentos de drogas, armas y el tráfico de seres humanos.
Investigaciones de autoridades colombianas han dejado al descubierto que la influencia de las FARC se está propagando en Centroamérica. En ese marco, el pasado martes fue desmantelada una organización criminal que tenía la complicidad de agentes policiales ticos para traficar seres humanos.