El jueves 28 de febrero será un día sumamente importante para taxistas, usuarios y directivos del tránsito en el ámbito nacional.
En esa fecha se decidirá si la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) cede a las intenciones de los transportistas del sector selectivo, y les otorga una prórroga por diez meses para que en marzo del 2009, todos los taxis estén pintados de amarillo.
Al menos serían unos 27 mil vehículos que deben estar a partir del 1 de junio del presente año de color amarillo, y de lo contrario, no podrán circular en todo el territorio capital, según establece la Resolución A 152 del 20 de junio 2006.
Recientemente el director de la ATTT, Heraclio Batista, dijo que no habrían más prórrogas porque la ejecución de la Resolución A152 ya tiene un año de atraso.
Sin embargo, la dirigencia del transporte selectivo tiene otro punto de vista, y este jueves irá en caravana a la sede de la ATTT donde presentarán su propuesta de "prórroga" ante la junta directiva de la institución.
La semana pasada, los taxistas tuvieron un acercamiento con las autoridades, y en reunión con el subdirector de la ATTT, Armando Fuentes, le plantearon su petición, la cual según el funcionario gubernamental, se decidirá este jueves 28 de febrero.
COSTOS DEL CAMBIO
Los taxistas se oponen al cambio de color de manera radical, ya que más del 40% de la flota de transporte selectivo es nueva (unos dos años de uso), por lo cual si le cambian el color original, el mismo sufriría una devaluación de su costo original.
Marcos González, secretario general de la Unión Nacional de Bases Taxistas (UNBAT), resaltó que solamente pintar el carro de color amarillo le cuesta al propietario del vehículo $ 500 dólares, los cuales una gran parte de los transportistas no tienen en este momento.
Además de ello, tienen que cumplir con una serie de documentos como son el nuevo registro vehícular, la certificación del cambio de color y la inscripción como auto para el servicio de transporte selectivo.
González aseveró que todos estos papeleos le acarrean al propietario de la unidad un costo de aproximadamente $947 dólares.
Según González, ellos no se oponen a la unificación de colores para el transporte selectivo, sino que la manera en que se está haciendo los tiene preocupados.