REFLEXIONES
Decencia en 1999
Raymundo A. Moore W.
Vale la pena, y se lo agradezco
a los dilectos seguidores de mis ocasionales trabajos, que sigan teniendo
la paciencia con que me premian para esperar las reflexiones que de tiempo
en tiempo les regalo. Es así como, para terminar lo que días
atrás empecé, respecto a la decencia (aparecido el día
miércoles 20 de enero de 1999, página 5A de este diario),
a continuación expongo la parte final de dichas reflexiones que,
como repito, versa sobre la decencia que en muchas direcciones de nuestro
diario vivir, debemos adoptar como moda, no solo en 1999, sino durante todos
los días de nuestra existencia.
DECENCIA EN EL TRANSPORTE
Este es otro servicio público que bien merece adecentarse, ya
sea el colectivo o el selectivo, pero también aplicable a los conductores
de carros particulares y comerciales. Nuestro país está colmado
de todo tipo de leyes (v.g. la Ley 14 que regula el transporte público
colectivo y selectivo)... pero vale decir que estamos colmados los usuarios
de ver tanta gente indiferente hacia esas leyes (talleres brujos de chapistería,
operando a orillas de calle, efectuando reparaciones en plena calle, ya
sea a carros, pick ups, buses o busitos - a veces hasta a equipo pesado).
Por otra parte, las estadísticas nos revelan que la mayoría
de las muertes por accidentes de tránsito (¡evitables!) se
producen por, (1) negligencia en el manejo (distracción y falta de
pericia); (2) velocidad (entregados a una carrera hacia la muerte), y (3)
la imprudencia (exceso de confianza por parte del conductor, y falta de
malicia del lado de los peatones). Por ello, si tan solo fuésemos
más corteses en nuestro estilo de manejar; si tan solo nuestro manejo
fuera a la defensiva, practicando la sencilla, pero ¡efectiva! regla
de Ceder el Paso, aún teniendo derecho a vía, habrían
menos funerales y muchos menos lutos.
DECENCIA AN LOS MEDIOS
Señores comunicadores, pero especial y particularmente aquellos
de ustedes que bregan en las radioemisoras: aparte de informar y entretener,
su labor consiste, primordialmente, en orientar y educar a sus radioescuchas.
La chabacanería, el irrespeto y la no difusión de programas
que eleven la autoestima y la moral, sobre temas de interés general,
está deformando y/o destruyendo la formación integral de nuestra
juventud... Todo esto frente a la triste realidad de que las autoridades
de educación nos están metiendo dentro de la camisa de fuerza
con una modernización educativa que está acabando con la urbanidad
colectiva (mucha ciencia y nada de conciencia). ¡Da pena...!
Le pido pues a mis lectores que, este año de 1999, y todos los
años por venir, los aceptemos como nuestro desafío personal
para ser mejores padres, mejores hijos, mejores políticos, mejores
gobernantes y, por supuesto, mucho mejores individuos como seres humanos
que formamos parte de esta sociedad. (El país se muere por tener
un estadista que nos guíe hacia metas superiores dentro del marco
de una sana y pacífica convivencia, y no gobernantes que sólo
saben conducir a su pueblo como quien conduce un rebaño y una recua).
¡Au Revoir!
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AYER GRAFICO |
La iconografía en las procesiones de ayer en la ciudad capital |
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