El marfileño Didier Drogba destrozó ayer las aspiraciones en el duelo londinense del Arsenal, que encajó en Stamford Bridge su segunda derrota consecutiva 2-0, y que supuso el retorno del Chelsea al liderato de la Premier, del que se distancia definitivamente el bloque de Arsene Wenger.
El acierto del atacante africano dejó en evidencia a su rival. A los ocho minutos, ya tenía el marcador en contra el Arsenal. Drogba había aprovechado un centro del capitán John Terry para superar al meta español Manuel Almunia.
La acción desvió las miradas hacia el zaguero del Chelsea, recientemente despojado de la capitanía de la selección por sus escarceos extra matrimoniales. Hubo gestos evidentes de apoyo a Terry desde la grada, que acaparó parte del protagonismo del duelo.
El Arsenal fue desbordado por el ritmo impuesto por el once del italiano Carlo Ancelotti. Tal y como le sucedió hace una semana ante el Manchester United, fue incapaz de mantener el rumbo de su rival.
Dos reveses seguidos que han destapado las limitaciones del equipo del francés Arsene Wenger. La historia se repite año tras año en el Arsenal. Deslumbra en los inicios, se asoma como candidato a todo pero, a la hora de la verdad, siempre se estanca a medio camino.
Drogba amplió la renta de su equipo antes de la media hora. Esta vez tras rentabilizar una asistencia de Frank Lampard. Tiene tomada la medida el marfileño a su vecino. Al que ha marcado ya doce goles en los diez partidos que han disputado en todas las competiciones.
