Chile deplora violaciones de derechos, pero quiere a Pinochet libre

Londres
AP

Los abogados que representan a Chile informaron al tribunal de la Cámara de los Lores que el gobierno chileno deplora las ``graves violaciones de los derechos humanos'' cometidos durante el régimen del general Augusto Pinochet, aunque no obstante desea verle libre para que regrese a su país.

``El propósito no es defender los actos del senador Pinochet cuando era jefe de estado, sino defender la soberanía internacional de Chile y afirmar su propio interés en que estos asuntos sean atendidos en Chile'', dijo el abogado Lawrence Collins.

Pinochet fue detenido el 16 de octubre en Londres a pedido de un juez español que desea extraditarlo por haber ordenado torturas, secuestros y muertes durante su gobierno de 17 años.

El juez español Baltasar Garzón arguye que había ciudadanos españoles entre los muertos cuando Pinochet derrocó al presidente marxista Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Tras la detención de Pinochet, el juez Garzón modificó su orden de captura para incluir cargos de que el general ordenó la detención y tortura de un grupo de infantes de marina chilenos en agosto de 1973.

Un informe oficial chileno dice que 3.197 personas murieron o desaparecieron estando en manos de la policía secreta chilena luego que Pinochet se apoderara del gobierno.

Ayer se completó la segunda semana de un procedimiento por el que la Cámara de los Lores procura determinar si el octogenario general Pinochet, que se hizo designar senador vitalicio al entregar el poder en 1990, goza de inmunidad soberana ante tribunales extranjeros por su condición de ex jefe de estado.

Los letrados de Pinochet, que concluyeron ayer sus alegatos, dijeron a los siete jueces que el anciano militar goza de inmunidad absoluta por sus actos durante los 17 años que estuvo en el poder y mientras planeaba el golpe de estado. También arguyeron que ``aún actos tan viles como la tortura y a toma de rehenes son reconocidos por los estados'' como amparados por la protección de inmunidad.

Abogados de España y de grupos defensores de los derechos humanos, que presentaron sus alegatos la semana pasada, se aferran al derecho internacional que según ellos hacen de la tortura un crimen internacional por el que nadie puede pedir inmunidad.

También arguyeron que todas las leyes que firmaron la ley internacional, incluso Gran Bretaña, España y Chile, tienen no solamente el derecho sino el deber de procesar a funcionarios acusados de tortura.

Clive Nicholls, abogado de Pinochet, dijo a los jueces ayer que la ley no puede aplicarse a actos que tuvieron lugar antes que se adoptara la ley en 1988, lo que significa que la mayor parte de las acusaciones inclusas en el auto de detención español ``se desvanecen'' al exponerse a esa circunstancia.

La audiencia ante los siete jueces de la Cámara de los Lores concluirá la semana que viene. Si su fallo es adverso a Pinochet, éste podría pasar meses, tal vez años, combatiendo la extradición a España.

Pero si el fallo confirma el dictamen de otro tribunal de los Lores que el 25 de noviembre reconoció la inmunidad soberana del ex general, podrá regresar a Chile, donde es improbable que sea procesado porque existe una ley de amnistía dictada por él mismo antes de transferir el poder en 1990.

 

 

 

 

 







 

``El propósito no es defender los actos del senador Pinochet cuando era jefe de estado, sino defender la soberanía internacional de Chile y afirmar su propio interés en que estos asuntos sean atendidos en Chile'', dijo el abogado Lawrence Collins.

 

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