Viernes 29 de enero de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Moderar críticas y manejos canaleros

El Canal de Panamá constituye obra de ingeniería de asombro, considerada Octava Maravilla del Mundo; excavada en la cintura ístmica panameña en virtud del esfuerzo y ciencia de miles de hombres decididos; venidos de las cuatro latitudes de la Tierra, cuya inauguración cambió el rumbo comercial, financiero y cultural de Occidente.

La obra, concluida en 1914; abierta al trasiego internacional en 1918, ha servido para asentar el poderío norteamericano al consolidar su hegemonía mundial, a la par que ha elevado el desarrollo panameño, con valiosos avances sanitarios, económicos y sociales, de importancia indiscutible.

Ahora, en virtud de las luchas históricas de los panameños y los oportunos respaldos mundiales, se alcanza la reversión de la obra, sus instalaciones y tierras concedidas que materializará la entrega el mediodía del último día de 1999; momento en el cual descenderá la enseña norteña, se entregarán los títulos de la corporación que actualmente maneja el Canal, y se transferirán las llaves que encienden los sistemas operativos.

El evento de transición canalera reclama mantener en funcionamiento, con eficiente celo, las labores intermares; de manera que el cambio resulte imperceptible, sin alteraciones sensitivas, sin trastornos, ni demoras censurables; realidad operativa que impone a los panameños ofertar comportamientos patrióticos, de respetuosa identificación con la continuidad del servicio; con voluntad y renunciamientos si fueren necesarios, impidiendo que conductas equívocas, de dispendio, malversación, abuso y aprovechamientos indebidos enraícen en los quehaceres laborales y administrativos.

Por ello, cuando el gremio sensitivo de los pilotos canaleros ofertan denuncias en foros y conferencias extranjeras y señalan en ellas eventuales riesgos y perjuicios que pudieran materializarse y afectar con dureza la confiabilidad y seguridad de la vía, corresponde a las autoridades nacionales con prontitud esclarecerlas, sin suficiencias, superando indiferencias inconducentes.

De la misma manera que la colectividad espera que el reto canalero, el compromiso soberanista del Canal panameño, se traduzca en cornucopia para repartir progreso, crecimiento y avance en los derroteros panameños; confía en que los dirigentes gremiales, los partidarios políticos y las autoridades nacionales actuarán con sereno ánimo, con miras en los mejores intereses y destinos de la patria, superando pequeñeces, eliminando egoísmos, cancelando fricciones, de manera que se materialice el sueño libertario de las generaciones que dieron sangre, sudor, lágrimas por recobrar la geografía y manejar nuestro transístmico excedentario.


 

 

 



 

AYER GRAFICO
Los Archivos Nacionales construido por el Dr. Porras


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo,no cedo el puesto a ancianos ni embarazadas


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