CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, no digo a mis parientes que les amo
�Cu�ntos a�os pasan sin que los hijos escuchen de sus padres una palabra amorosa! Y cuando se trata de otro tipo de parientes, primos, sobrinos, hermanos, la cosa se pone peor. Pareciera que para los paname�os fuera muy dif�cil comunicarse con su gente. Se usa la mesa solo para comer, y no para dialogar, para enterarse de lo que le ha estado pasando a los otros, y c�mo puede uno ayudar. No hablan, y mucho menos se dicen cu�nto se quieren. Asumen que el otro ya lo sabe, y no tienen por qu� dec�rselo, lo que se ha demostrado que es un error. Tal vez, si m�s personas se dijeran lo que sienten el uno por el otro, las familias fueran m�s s�lidas, y los hijos crecer�an m�s saludables espiritualmente. Es hora que empecemos a comunicarnos con los dem�s. Debemos abrir el coraz�n y dejar salir lo que hay en �l, para que los parientes se enriquezcan con los sentimientos de cada cual. Por el bien de las familias... por el bien del pa�s.
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