Felipa de Gracia Morales, de 37 años, era una mujer que iba de la casa al trabajo. No andaba bochincheando por el sector P del Valle de Urraca en San Miguelito. Un sujeto lujurioso llamado Luis Manuel Mena Moreno, alias "Manga", la asesinó el domingo a puñaladas.
Una de las vecinas dijo que la noche del domingo Felipa había llegado de la Iglesia con dos de sus tres hijos: "Canita", de 14 años, y "José" de ocho.
Aparentemente, los niños comieron y subieron a la casa de la vecina, dejando a su madre sola.
Segundos después, recuerda la vecina, otros residentes del lugar le fueron a decir que "Manga" andaba rondando por la casa de forma sospechosa, pero cuando bajaron, sólo vieron a Felipa bañada en sangre.
Se pudo conocer que Felipa y su homicida no tenían ningún tipo de relación; sólo eran conocidos. "Manga" golpeó a Felipa con un bloque, la cortó en el brazo izquierdo y le dio una puñalada en el cuello. Cuando ya estaba muerta, supuestamente abusó de ella.
El homicida huyó del lugar al ver que uno de los hijos de Felipa se acercaba, pero horas después su padre lo entregó a la policía.
Felipa laboraba como empleada doméstica en una casa de familia. Casi siempre paseaba donde una hermana en Los Andes, donde ahora mismo se encuentran sus hijos. Dejó tres hijos en la orfandad, a saber, de 19, 14 y 8 años.
