De manera sorpresiva el gobierno decretó un aumento en el precio de los combustibles entre un 10% y 23% para frenar el contrabando, pero los choferes anunciaron un paro y la Central Obrera Boliviana (COB) demandó la renuncia del presidente Carlos Mesa.
Angel Villacorta de la Confederación de Choferes anunció un paro indefinido del transporte público desde el lunes y no descartó un ajuste en los pasajes. "Este es un gasolinazo que tendrá graves consecuencias", dijo.