Panamá luego de registrar un crecimiento sin precedentes en los últimos años, se desaceleró tremendamente y para el 2009 apenas registrará un incremento de entre 2 y 2.5 por ciento.
La cifra está muy por debajo del crecimiento de 8.2 por ciento logrado en el 2008 y del histórico 11.5 por ciento obtenido en el 2007. Para el 2010, se espera que la economía crezca en 4.5 por ciento.
Lo cierto es que el "boom" que antes se observaba en Panamá ha disminuido notablemente, sobre todo en el sector de la construcción, las exportaciones y del turismo, producto más que todo por la crisis global que azota desde hace dos años al mundo, en especial a Estados Unidos y a las grandes potencias de la Unión Europea.
Para estos días, la economía tomó un respiro con el consumismo propio de los panameños por las fiestas del Día de la Madre, Navidad y Fin de Año.
Si bien es cierto que Panamá está algo mejor que otras economías de la región, hay que aplicar el refrán: mal de otros, consuelo de tontos. Hay una realidad, sino estuviera en marcha el proyecto de ampliación de la vía acuática, es probable que nuestras cifras de crecimiento estarían en rojo.
Panamá experimenta una desaceleración y frente a ello deben actuar nuestros técnicos, porque en tiempos de crisis es que se demuestra la capacidad de los funcionarios.
Más que echarle la culpa al gobierno que ya forma parte de la historia, se deben poner en ejecución planes y proyectos que pongan a funcionar la economía y lograr nuevas inversiones en el país, de lo contrario, cada año se estará incrementando la tasa de desempleo.