El jubilado austríaco Josef Fritzl, quien encerró en un sótano y violó a su hija Elisabeth durante 24 años, quiso vender a la prensa por cuatro millones de euros el protocolo de su declaración a la Policía, según el semanario alemán "Stern".
Fritzl, de 73 años, ofreció ese testimonio a la prensa británica, afirma ese medio, con el propósito de liquidar sus deudas, de 3,5 millones de euros, y tener una vejez asegurada.
El negocio no funcionó, apunta ese medio, a pesar de que el acusado trató de organizar la venta a través de un conocido vendedor inmobiliario y de su abogado, al que encargó que guardara el conjunto de sus declaraciones.
Fritzl se encuentra en prisión preventiva en la localidad austríaca de Sankt Palten.