|
A pesar del avance y evolución de la mujer no se logra superar los celos entre parejas y esto es la causa de divorcios y rupturas sentimentales, dando la impresión que vivimos en épocas medievales.
Es interesante escuchar a una dama de avanzada referirse a los celos que siente por su esposo y los que él siente por ella, aceptando esa realidad que más bien debe ser superada, en especial, por las personas que han tenido la oportunidad de educarse.
En el nivel popular el hombre sufre y busca en caso extremo suicidarse al no poder en su mente controlar su pasión por su compañera, hay casos en que la desconfianza lo lleva a desaparecer a toda la familia, hay horrendos casos registrados en nuestro país.
La inseguridad hacia el ser amado nos lleva a esos criterios que nuestra pareja nos traiciona, quizás en lo que fallamos es en el intento de dominar a nuestra contraparte, que nos hace no permitir el espacio que todos los seres humanos requerimos.
El amar es sentir y el sentir es vivir en una situación en donde hay que aceptar el reto del riesgo, del poder o ser feliz. El mundo de hoy nos consume y el tiempo es un verdugo, por eso no debemos ser tan radicales en nuestro pensar.
En la vivencia entre parejas debemos tener presente a Dios y uno o varios proyectos; esto ayuda a la convivencia y a mantener una relación sostenida. Debemos pensar que si algo no nos conviene o las aspiraciones de la contraparte chocan con nuestros sueños, debemos dejar que se pierda en el tiempo y estar conscientes que algo queda. Terminar las relaciones con violencia o en forma absurda, es perder todo frente al ser que se amó porque en su mente borrará todo, hasta los recuerdos bellos. |
