El niño Manuel Abrego, de apenas tres años, se ahogó en la quebrada Junquito, en Changuinola, provincia de Bocas del Toro.
El menor se fue detrás de su padre Feliciano Abrego, quien alegó que no se había percatado que su hijo había caído en la quebrada y fuera arrastrado por la corriente a una distancia de cinco kilómetros.