Modelen y Jaime, dos pequeños de cuatro y dos años tendrán algo para desayunar, almorzar o cenar a diario, lo que es una bendición de Dios, pues con la construcción del comedor comunitario en la humilde comunidad de Membrillo en el norte de Pajonal en Penonomé, este problema se solucionará, en un poblado donde las estadísticas revelaron altos índices de desnutrición en niños, adultos mayores y discapacitados.
La situación que se vive en la apartada comunidad de Membrillo es difícil, apenas alcanza para comer una vez al día en gran parte de la población, lo que fue la causa principal por la que el Ministerio de la Juventud, la Mujer, la Niñez y la Familia iniciará la construcción de un comedor comunitario, que apoyará a quienes necesiten de una nutrición ante la falta de alimentos.
María González y sus dos nietos, de la comunidad de Cerro Colorado en Membrillo, ahora están más tranquilos, pues aunque el padre de los pequeños no pague la pensión alimenticia, el comedor comunitario es una bendición para ésta y otras familias.