A pesar las denuncias de clientelismo político y de administrar corruptamente los fondos de inversión social, vertidas por el contralor Alvin Weeden contra el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el pleno de la Asamblea Nacional aprobó ayer en tercer debate el proyecto que permite al organismo internacional participar en el manejo de 90 millones de balboas del Fondo Fiduciario para el Desarrollo, reasignados para la ejecución de obras sociales.
El jefe de la bancada del PRD, Rubén de León, acusó ayer al contralor de buscar notoriedad faltando 10 días para que concluya su período y agregó que más de 234 contratos a través de está normativa fueron refrendados y fiscalizados por la Contraloría.