¿Qué hacer si existen várices? ¿Cómo encontrar una solución que no sea traumática? Lo primero es que usted no sea de esas personas que prefieren esconder las piernas antes de resolver su problema.
Las várices son venas dilatadas y tortuosas en las extremidades inferiores, aunque también, de forma anormal, pueden existir en otras partes del cuerpo como cara, cuello y extremidades superiores. La causa que provoca esta enfermedad se desconoce; sólo se sabe que factores hereditarios y hormonales provocan su aparición. Y es por ello que las mujeres tienen más várices que los hombres. Pero ¡ojo! No olvide los factores ambientales -que también contribuyen con su aparición- como el sedentarismo, trabajar de pie, embarazos y la obesidad.
Hoy, sufrir la tortura de esta enfermedad ha sido resuelta con cirugía tradicional. Mejor dicho, con anestesia, la consiguiente extracción de la vena safena y consecuencias como cicatrices en la piel y varios días de licencia médica son cosa del pasado. Este escenario ha hecho que muchas personas que sufren várices posterguen la decisión de operarse. Sin embargo, la opción de operarse es definitiva. No lo piensen más y busque ahora mismo la manera de operarse. Pues las nuevas técnicas no requieren gastos de hospitalización ni ausencia laboral. Además, ponen énfasis en el sentido estético de las terapias, es decir, no dejan cicatrices o marcas en su piel. Por tanto, en su tratamiento se combinarán los mejores resultados médicos y cosméticos. El tratamiento es mínimamente invasivo y se realiza mediante la combinación de Endoláser y Flebectomía. Requiere sólo anestesia local tumescente, el proceso es ambulatorio y con guía ecográfica intraoperatoria.