En la investigación sobre el crimen de Jean Carlos Escobar Cedeño, el joven de 19 años que fue descuartizado y cuyo cuerpo fue encontrado en los predios de la barraca "Good Year", en Avenida Ancón, Santa Ana, se ha determinado el hallazgo del posible lugar donde se cometió el asesinato, confirmó el fiscal Cuarto Superior, Franklin Amaya.
La identificación del lugar fue proporcionada a la Fiscalía, por una fuente que se mantiene en reserva.
El fiscal Amaya guardó silencio al no proporcionar el nombre del área donde se encontraron muestras de fluidos corporales e indicios de sangre que están siendo cotejadas por Criminalística del Instituto de Medicina Legal.
En el lugar se práctico una inspección ocular y un allanamiento. Los fluidos corporales y de sangre serán comparados con los extraídos al cuerpo de la víctima durante la necropsia.
La investigación preliminar sobre ese hecho de sangre no apunta a sospechosos, pero el fiscal asegura que las pesquisas tienen buen rumbo.
Sobre la forma en la que fue asesinado Escobar Cedeño, el fiscal Amaya dijo que no creen (las autoridades) que fue sólo para no ser reconocido. "Tiene un mensaje", recalcó.
El hoy occiso, quien no tenía antecedentes por casos de pandillerismo, según los informes tuvo un problema personal con un miembro de una pandilla, y 'le cayó la banda' encima.
"En un principio se mencionó algún nexo con el caso de Gabriel Carrillo (asesinado el 5 de noviembre en vía España) por la cercanía de las fechas, pero no se han encontrado nexos por ajuste de cuentas", detalló el Fiscal.
La hipótesis apunta a que los que ejecutaron a Escobar Cedeño podrían integrar a las pandillas "El Pentágono" y "Bagdad", lo que está siendo corroborado por las unidades policiales de investigación.
Durante las investigaciones se ha dado el fenómeno del "Código del Silencio", que se aplica en hechos donde se involucra a pandilleros.
Existe el miedo de los testigos y de las represalias a los que podrían ser sometidos. Personas conocedoras de los hechos sólo aportaron información, pero no así se han querido involucrar en el caso, informó el fiscal Amaya.
Lo único que apoya la investigación es que se atribuye el crimen ocurrido el 12 de noviembre pasado a un hecho de pandillas dominantes en el barrio Santa Ana, donde operan las bandas.